Hay quienes dicen que las mujeres cuando son amigas son insoportables, porque concuerdan siempre una con la otra y no se despegan. La vida nos presenta a miles de personas, y cada una de ellas viene a cumplir un papel en nuestra vida y todas ellas quedan en nuestra memoria, en nuestros hábitos, en nuestras fotos, en nuestros guardaditos…
Hay amigas de la familia, las primas, las hermanas y tías, que siempre están yendo y viniendo en nuestra vida, probando que el tiempo pasa, pero ciertas cosas nunca cambian. Aquella amiga desbocada que sólo dice locuras y que te mete en problemas, pero te hace reír mucho. Hay esa con la quien andas del brazo por todos lados, aquella a quien le contaste el primer chico que te gustó. La que te da consejos de ropa, personas, cortes de pelo, comportamientos… Hay aquella otra que es llorona, aquella que te critica cada cinco minutos, aquella que sabe de todo y aquella melosa que le gusta abrazar y mandar mensajitos de amor. Aquella con quien compartís la cama en viajes, a quien le cuentas absolutamente todo y con quien sientes que eres atendida. Aquella que te rezonga y te dice que dejes de comerte las uñas. La que no le avergüenza decir que te ama. Aquella que te presenta a los mejores chicos, aquella que pasa contigo el momento más difícil de tu vida. Aquella que te llama todo el día. Aquella intelectual que te enseña miles de cosas. La que escucha cuando estás enamorada y pasan horas hablando del mismo tema y aquella que entiende cuando la dejaste por estar con tu enamorado. Aquella que parece tu mamá y vive para darte consejos. Aquellas únicas que comparten lo más precioso para ti, aquella que era la más allegada a ti pero desapareció y nunca más supiste de ella. Aquellas que son hermanas para ti. Aquella que es buena compañía hasta cuando el plan es 'no hacer nada'… y también las mejores amigas, aquellas que son solamente aquellas.
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